Para llevar a cabo la lectura de la Divina Comedia, con las intervenciones enciclopédicas en benefacto de una lectura propicia, hay que tener en cuenta algunas coordenadas que brotan desde el destino del poeta, Y que on los años, culminan en su obra cúspide.
El amor Beatriz, la muerte de Portinari las convicciones políticas del poeta y su exilio. Desde estas tres vivencias fundamentales, es de donde hay que enfocar la obra cumbre de Dante.
Nace en Florencia en 1265. Su familia estuvo ligada a los güelfos, (defensores del papa en él marco de las luchas medievales)
A los 9 años de edad, Dante encuentra a Beatriz Portinari de 8 años, de quien el poeta se enamora, (tal como lo cuenta Boccaccio en su obra «La vida de Dante»).
Diez años más tarde, vuelven a verse. En su primer libro Vita Nuova, le dedica un poema contando el sueño que aquél nuevo encuentro la inspira durante la noche. Este sueño de amor durará siete años, ya que Beatriz casada mientras tanto con otro noble Florentino, fallece en junio de 1290 a la edad de 24 años. Es la muerte de su amada, el primer paso hacia una auténtica vida nueva, ya que la desesperación del poeta lo impulsa a cantar a aquella mujer de manera completamente inédita, siendo la única mujer digna de tales alabanzas. Este suceso siembra en Dante destino de poeta.
Dante comienza estudiar filosofía, teología y medicina, también la astronomía de su tiempo. Fue ese es un segundo nacimiento desde la transformación producida por el estudio y la meditación. Producto futuro que habrá de nacer, más tarde en el poema fundamental del mundo cristiano. La enciclopedia más sombría y más reveladora del final del otoño de la edad Media.
Dante exiliado y profundamente influenciado por los poetas de provenza de el Dolce Stil Nuovo, escuela que sigue la enseñanza caballeresca nacida en el sur de Francia, cuyos trovadores son los primeros poetas occidentales que elevan a la mujer al nivel de la virgen. El poeta a su vez, permanece apasionado por los problemas políticos y religiosos que agitan a Italia.
En 1313 Dante asiste a la tercera muerte trágica de su vida: es la de la orden de los templarios la cual pone fin a la afluencia de los mismos, orden creada por San Bernardo, cuya misión había sido quizás El acercamiento entre las élites de la cristiandad y el Islam. Será una de las simbologías presentes en su obra.
Hay dos influencias que marcan la obra de Dante, tanto en el fondo como en la forma.
Durante su exilio, Dante se dedica a la enseñanza, ocupado en cátedra de poesía o de retórica, a pesar de no poseer el título de doctor pero eximido del mismo, por su fama de escritor cumpliendo alguna que otra misión diplomática en representación del gobierno de la ciudad donde falleció el 13 de septiembre 1321.
Fue enterrado en la iglesia de los franciscanos de Ravenna.
Son dos los personajes que acompañan a Dante a lo largo de su triple periplo en el más allá, ante el recorrido que hace a través de los nueve círculos del infierno. Es Virgilio quien le sirve de guía, y también lo es en el purgatorio, conduciéndolo hasta las puertas del paraíso, (donde el poeta será recibido por Beatriz), que luego lo llevará hasta Dios.
En el porqué de Virgilio, hay que tener en cuenta que es el autor de la Eneida, «el canto del imperio», aquella forma de gobierno con la que Dante sueña cuando piensa en Italia y en la posibilidad de que los seres humanos pudiesen llegar a entenderse entre sí, dentro de una forma de gobierno ideal. Virgilio fue el cantor del Imperio Romano, el amigo de Augusto. Fue hstoriador en verso de las hazañas de Roma. El representante del espíritu clásico de la razón y de la filosofía.
Cuando Dante se encuentra al principio del poema en medio de una selva oscura, (qué bien podría representar la ignorancia, dentro de la confusión), viene a rescatarlo hacia el camino de la razón Virgilio, quien es enviado por Beatriz.
Virgilio estaba considerado en la edad Media como el único poeta pagano, que había profetizado en su cuarta égogla, el nacimiento de un niño divino, capaz de cambiar a los hombres y de fundar un nuevo tiempo. Por este motivo, en muchas Iglesias de Italia se salió rezar por el alma de Virgilio durante muchos siglos, considerando al autor de la Eneida como el primer profeta latino de la venida del mesías.
El viaje de Dante retoma los sitios transitados por los héroes de Homero, realizados estos viajes, tanto en la Odisea como la Ilíada, y también de Eneas en la Eneida.
Varios místicos árabes, suelen escoger el cielo O el infierno, para realizar sus excursiones o arrebatos, regresando de allí con recuerdos muy precisos y exactos de los que dan en sus escritos, conocidos por Dante como la «tesis arabi».
La teoría medieval de Islam, entendía mucho de iniciaciones y de poetas románticos, como Novalic en su novela de relató simbólico viajero.
El símbolo que surca la obra es el numeral 3. Tres Cantigas, la estrofa de tres versos, los nueve círculos, los 33 cantos del purgatorio y del paraíso y los 34 del infierno formados junto al número 100, que fue considerado por los antiguos como por los modernos, como número sagrado de la Santísima Trinidad de los cristianos, aplicada por ejemplo por Raimundo a las tres dimensiones del cubo en dimensiones perfectas, e imitado por Juan Herrera en la edificación del escorial.
Dante, como buen ciudadano de la Edad Media, influenciado por los matemáticos antiguos y por la aritmética cristiana, no podía dejar de construir su poema como si fuese una catedral, un edificio sometido también como es sabido a esta gimnasia espiritual y matemática de piedra y misterio.
La obra de Dante es el máximo viaje hacia los tres círculos que componen el mundo eterno e invisible, que espera a cualquier mortal. Pero el símbolo que a todo esto vuelve no aparece inmediatamente.
En las exegetas, Dante expresa el estudio de la filología, que se refería al materialismo del siglo pasado, bajo las letras de los versos, de la perfección rítmica y de la forma, se solapan misteriosas alegorías en derredor de la religión, de la mística, de la filosofía, del amor, de la moral, de la política etcétera. El poema dantesco expresa una historia secreta de un tiempo que se refleja en sus cantos, a través de acontecimientos poetizados.
Dentro de la borrasca colectiva están las sombras de Semiramis, de Cleopatra, de París y Elena, de Tristán y otros enamorados cuyo pecado había sido el de la carne, manifiestan un oxímoron de su amor puro en relación a Beatriz.
Sitúa a los personajes soviéticos fuera del infierno, en agua sin pecado, como Platón, Aristóteles, Cornelia, Séneca Hipócrates y Galeno, cuya única culpa es la de no haber conocido la salvación cristiana. El mismo Virgilio la padece, vive en el limbo.
El último círculo es el más terrible, destinado a los traidores. El pecado de la traición es para Dante el más grave, pecado de Judas o de Bruto, de Casio traicionando a César, y cuyo castigo consiste en vivir encerrado dentro de una masa de hielo, es lo contrario al fuego, dentro de un enorme agujero formado por la caída de Lucifer nominada por Dite su dueño absoluto.
Al salir del infierno, hacia el lado de la tierra, que es el hemisferio austral, un sismo alrededor de este, se abre panorama de estrellas.
Las almas del purgatorio pasan por un período limitado, ya que sus pecados han sido capitales. El sitio donde se desarrolla este segundo acto de La Divina Comedia, es el monte más alto de todos los montes situado como una isla en medio del océano austral, según Dante antípoda de Jerusalén.
El paraíso es la representación de la victoria de las almas puras y también, de las ideas de Dante de la misma manera que el infierno; encerrando en sus tinieblas a todo lo que el poeta odiaba, infierno viene de «inferior», (lo que se encuentra debajo de la tierra).
La tarea de que Dante se autoimpone al pasar a los círculos de purgatorio, y después a los de paraíso, es la felicidad
Se atreve a expresar a Dios, como la molécula primigenia. Para el Dios es un punto.
El el big bang del Cosmo literario en el otoño de la edad Media.
La esencia divina es a la que el poeta confunde con amor.
«Un punto vidi que raggiava lunes»

¿Ves? De esa erudición y versatilidad hablo, Lunfa. Admirable por cuanto no es copiar y pegar. Sobre el particular: Ya va siendo época de hablar del purgatorio y el paraíso como viajes, de abandonar el morbo por el tobogán hacia el averno, interesantísimo sin duda, pero Dante dejó lo mejor para el final y hay que revalorarlo. Saludos
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