Por lo general, adivinos y astrólogos utilizan expresiones ambiguas que se pueden aplicar a todos los casos. Aquel a quien se le dice <eres una persona apacible, pero que sabe hacerse valer> se complace al ver que se le reconocen estas dos virtudes aunque sean mutuamente contradictorias. Por eso que usan los magos.
¿Pero qué decir de los vaticinios puntuales que descaradamente (y con regularidad) son descartados por los hechos?
El intérprete de Nostradamus, Luciano San Pietro, le dijo un atentado mortal contra el papa en 2009. Peter van Wood pronóstico para el mismo año, terremotos en Grecia Croacia Indonesia y Ámsterdam. El mago Otelma anunció que en otoño peligraría la integridad física de Obama, también en el 2009.
Para Tauro el 2009 iba a ser el año de los reconocimientos profesionales, gracias a la entrada de Júpiter en Tauro a principios de año. Su situación laboral y económica, en consecuencia, será mejor que en 2008, si bien el amor no ocupará en esta ocasión un lugar tan destacado. Disfruta de tus logros. (Jamás ocurrió).
Imaginen ahora que, cada vez que un médico recetó una medicina, me enfermo muere. O que se sepa qué un abogado pierde todas las causas. Nadie acudiría a consultar. En cambio, todos podemos comprobar a final de año que los adivinos se han equivocado en casi todo y, sin embargo, se sigue leyendo a los astrólogos y pagando a los magos por sus predicciones del año siguiente. Es evidente qué la gente no quiere saber, si no satisfacer sus necesidades de creer, aunque crean cosas evidentemente equivocadas. ¿Qué podemos decir? Los dioses ciegan a quienes quieren perder. Y, a fin de cuentas, nuestra actitud hacia los nuevos y los astrólogos es un reflejos de la que tenemos con los políticos que aparecen en los medios de comunicación.
Por supuesto, de vez en cuando los astrólogos aciertan, pero todos nosotros podríamos dedicarnos a su oficio si fórmula hacemos de acciones como las siguientes, aparecidas todas ellas con regularidad en algún sitio: pico de extrema violencia por parte de fundamentalistas y terroristas, relaciones difíciles entre israelíes y palestinos. Algunos escándalos para contrataciones durante el neoliberalismo, cada vez será más difícil encontrar estacionamiento.
A la sensible Ludovica Squirru, que hace unos años en el programa de Mauro viale puso algunos desgraciados en contacto con sus queridos difuntos, su empleada doméstica, Ana Alba, la ha estafado doscientos mil dólares. ¿Cómo no lo previó? Me recuerda el chiste de aquel que se llama a una puerta en la que aparece escrito «adivino«. Y una voz le pregunta desde adentro «¿Quién es?».
