I DON’T INCLUDED MYSELF.

Llegué al punto álgido de la tolerancia con los personajes del sistema educativo que, a través y su rol de actantes dinámicos, promueven el lenguaje inclusivo sin considerar obligatoriedad que conlleva su rol de educandos, con respecto a la responsabilidad, no solamente civil para con el educando, sino con la implicancia más sublime en derredor de la evolución procesual de la arquitectura de los puentes cognitivos que se establecen en el circuito neuronal psicolinguistico de los seres humanos, en general y sobre todo el de los aprendientes en etapa de crecimiento madurativo del aspecto cerebral cognitivo.

El lenguaje con sus complejidades etimológicas y se, es una de las principales aristas a través de las cuales el ser humano desarrolla el fortalecimiento de las estructuras cognitivas.

Sopena, el carácter inimputable que se le ha otorgado a gran franja los educadores, en el permisivo acto negligente respecto a los comportamientos pedagógicos en boga relacionados con las acciones baladíes de la moda inclusiva, que supedita los enseñantes bajo modo enseñanza que dejan de lado la integridad de los aprendientes, por el acto irrisorio poner en primer plano prácticas deliberadamente arbitrarias perjudicando a los menores a cargo.
En primer lugar, el lenguaje inclusivo, no tienen un fin relacionado con la real de la ruptura.

Lamentablemente, siquiera pueden considerar, que exponen de manera contradictoria sus falencias y su carácter hipócrita, desnudando su debilidad ante los aprendientes que rumiando y mascullando la estupidez del adulto irresponsable inaudito y déspota, sigue siendo víctima de generaciones irremediables.

Es ineludible, a través de los manifiestos que se concatenan con lexemas inclusivos, «el no decir a través del no decir». La ilegibilidad de los discursos y la imposibilidad de reproducir oralmente lo discursivo gráfico, es la prueba más contundente de la falacia más deleznable, que por insignificante es aún más deplorable.

Es tal la necesidad de manifestar una ruptura inexistente del patriarcado, tanta cinismo malogrado para demostrar lo que no son, que conforman un conglomerado de vocablos inexistentes para solapar su imposibilidad y su negación a la ruptura.

Ruptura que solamente será posible, a través de la acción y jamás a través de la deformación de las prácticas discursivas.

La verdadera ruptura se relaciona con la generaciones procedentes, de las cuales están haciendo caso omiso, vituperando sus derechos con la enseñanza que se corresponda con sus necesidades procesuales en el fortalecimiento de las cognitivas, entre otras.

La amabilidad la dejé de lado. La mala praxis debería de ser tan condenatoria en la medicina como la educación.

Nací docente por oficio y moriré docente yendo en contra de cualquier precepto que haya de perjudicar la salud física o psíquica de los menores.

Ídolo, ídola y otras forradas

—Me tiene preocupada la sensación de que se ha fracturado el alfabeto y que las palabras perdieron su capacidad de movilización. ¿Qué quiere decir amor, o solidaridad, o la confusión entre limosna y caridad, entre tener y ser?… Si la gente piensa como habla, al estar fracturado el alfabeto la fractura es también interna. —¿Qué consecuencias trae esa doble fractura? —En la clase media, que es en la que vivo, la consecuencia es una desesperación para que no se noten los orígenes… Y esta es la consecuencia grave: que todo el mundo quiere parecer lo que no es. (Nelly Fernández Tiscornia, escritora, en Clarín, 1985)

Ídolo, santa, diosa, reina, divino: así se habla ahora en Argentina. Alguien es súper o no es. El mejor ya no es un capo: es lo más. En este despliegue afectado y antinatural el ¡Bravo! de las coronaciones artísticas fue tocado por el ¡No te mueras nunca! El antiguo y enjundioso ¡Qué grande! sucumbió ante exclamativos como de diez, brutal, total.

En cualquier escenario de la vida cotidiana un tipo inteligente pasó a ser un genio y una mujer de rasgos particulares alcanza la categoría de diva o de única. Alguien que cae simpático es súper o —paradójicamente— la admiración es de tal peso que «no existe». Hay una hiperinflación del lenguaje coloquial por el lado de los calificativos, aunque no por el lado de los sentimientos. Pareciera que a medida que se pulverizan nuestras solidaridades y afectos y se confirma aquello de que no queremos a nadie (ni a nosotros mismos) los calificativos crecen desde los superlativos y terminan en la desmesura.

Si bien la palabra «ídola» no existe para los grandes libros de la lengua, el ídolo se sigue definiendo como aquella figura de una falsa deidad a la que se prodiga adoración. Restaría por saber si cabe para la Argentina otra acepción de ídolo, según el diccionario de la Real Academia Española «persona o cosa excesivamente amada». Porque bien se sabe que el ídolo es ente nosotros alguien a atacar para mover de su sitio. Por eso al que le dicen ídolo, ¿debe sentirse de ese modo? No tanto. La expresión tiene una carga irónica y la más de las veces quiere decir lo contrario. En cualquier café u oficina se escucha decir ídolo como quien dice salame. La prueba es que así como quien dice ídolo dice forro. Por eso, devaluar así el término, desgastarlo e inyectarlo de ambigüedad obliga a pensar que también en materia de ídolos estamos en la lona.

EL LENGUAJE ELITISTA

El problema del lenguaje elitista surge con frecuencia cuando personas de un trasfondo de clase media y educación universitaria intentan comunicarse con el ‘público general’. Si aquellos que intentan la comunicación están embarcados en un emprendimiento comercial, pueden simplemente bajar la dificultad de su lenguaje al denominador común compartido por la audiencia promedio a la que apuntan, quizás apropiarse de algo de la jerga y símbolos culturales de dicha audiencia, y se aseguran de tener buenas ventas. Sin embargo, si el motivo es más altruista, por ejemplo aquel de los activistas de clase media que intentan comunicarse con activistas de otros trasfondos, o compartir información, recursos, y opiniones con algún Público General, el problema se vuelve más complejo. Por buena razón y con bastante historia, el lenguaje de la academia, con el que muchos activistas de clase media se sienten cómodos, puede marginar o confundir a las personas que no recibieron una educación universitaria avanzada. Pero los problemas de nuestro mundo, desde el patriarcado al imperialismo, son patologías sistémicas que requieren, para comprenderlas, serio esfuerzo y atención. Y, en directa oposición a nuestra comprensión de estos problemas, hay un aparato cultural de un poder sin precedentes que manipula nuestros valores, nuestra ideología, nuestra historia, incluso nuestro lenguaje, para proteger el status quo. ¿Cómo podemos explicar ideas complejas e inextricables en un lenguaje simple —el cual ya es fuertemente controlado por la industria cultural—entregadas en segmentos breves y fácilmente digeribles, sensibles a los decrecientes intervalos de atención del Público General?

Necesitamos reconocer que el lenguaje en nuestra sociedad se utiliza como herramienta de control, y la tendencia hacia vocabularios más reducidos, sintaxis más simples, e intervalos de atención más cortos, es una de las formas más efectivas de despojo de poder ideados jamás. Resistir el embrutecimiento del lenguaje y desarrollar nuestra habilidad de pensar críticamente es una finalidad a largo plazo tan importante como obtener la autonomía y auto-suficiencia económica de la comunidad. El lenguaje requiere ser un sitio para la revolución; es un arma necesaria para todas las luchas sociales. Nuestro deber como activistas es utilizar nuestra educación para hacer accesible el lenguaje complejo, en vez de
descartar todo lo no inmediatamente accesible con facilidad por la mayoría, por inherentemente inaccesible.

Hay una validez sustancial en las críticas al lenguaje inaccesible. Éstas se han señalado en todas partes, y generalmente involucran un reconocimiento de que la educación completa es un privilegio retenido por unos pocos (predominantemente la clase media blanca), y que al hablar en el sofisticado lenguaje que acompaña a nuestra educación inhibimos la comprensión y simpatía de aquellos sin tal educación, e intencionalmente o sin intención mantenemos la influencia dentro de organizaciones y movimientos radicales en las manos de la élite educada. Vuelta doctrina, esta crítica es con frecuencia (mal) entendida a nivel básico como que las palabras largas y las frases complejas son indicadoras de privilegio, y el privilegio es malo. Falta en dicha versión popularizada de esta crítica la comprensión de que mientras la existencia de privilegio no está bien, existe un buen tipo de privilegio: aquel que debiese ser disfrutado por todos. La educación es uno de éstos.

Si la finalidad subyacente a estas críticas fuese desafiar al elitismo en el lenguaje, entonces veríamos una combinación consciente de lenguaje de mayor y menor sofisticación en la literatura radical, de modo que toda persona alfabetizada tuviese material tanto dentro como más allá de su nivel de comprensión, para darles así la bienvenida y también para desafiarles. Veríamos a activistas privilegiados usando conscientemente su lenguaje en un modo que invite a la comprensión. En realidad, o bien vemos radicales educación al comunicarse con personas menos privilegiadas. Al evitar el lenguaje y análisis académico fuera de sus propios círculos, los activistas privilegiados mantienen una relación de dependencia, en la que actúan como guardianes del conocimiento, eternamente necesarios para traducir la ley, los estudios científicos, el análisis político, etcétera, al “lenguaje simple”.

La otra suposición inherente en tal crítica es la idea de que ciertos tipos de lenguaje son inherentemente elitistas. Los vocabularios más extensos y las sintaxis más complejas son en realidad herramientas muy útiles, aunque las personas requieren de más educación para poder utilizarlas. No es el lenguaje, sino el sistema de educación capitalista y racista de este país lo que es elitista. La tarea de los activistas educados es hacer accesible esa educación, y transmitir ese lenguaje como herramienta popular. No queremos palabrerías Orwellianas hechas para las masas, queremos lenguajes liberados y desmitificados.

Desafortunadamente, los activistas educados siguen idealizando el “lenguaje simple”, y además siguen quejándose cuando Las Masas son engañadas una vez más a por el apoyo a la última guerra o a cambios a políticas draconianas por medio de las más claras e incluso clichés tautologías y sofismas comunicados por los políticos y defendidos por los medios de comunicación. Retirar las variadas formas de lenguaje de la jerarquía de privilegios actual, y ponerlas en el paisaje adecuado de las culturas diversas y diferentes es un acto crucial (que antes requiere de permitir que las distintas culturas en nuestra sociedad disfruten de la igualdad). Pero reconocer la validez de los lenguajes no académicos, el lenguaje de los negros urbanos de la costa este o de los apalaches blancos, no significa ponerlos en un museo.

El fortalecimiento revolucionario hará que estos lenguajes cambien, que desarrollen mucha de la complejidad hasta ahora monopolizada por la academia blanca, pues esa complejidad misma es fortalecimiento.

ALL OCLUSIVE/ ANY INCLUSIVE

Llegué al punto álgido de la tolerancia con los personajes del sistema educativo que, a través y su rol de actantes dinámicos, promueven el lenguaje inclusivo sin considerar obligatoriedad que conlleva su rol de educandos, con respecto a la responsabilidad, no solamente civil para con el educando, sino con la implicancia más sublime en derredor de la evolución procesual de la arquitectura de los puentes cognitivos que se establecen en el circuito neuronal psicolinguistico de los seres humanos, en general y sobre todo el de los aprendientes en etapa de crecimiento madurativo del aspecto cerebral cognitivo.

El lenguaje con sus complejidades etimológicas y se, es una de las principales aristas a través de las cuales el ser humano desarrolla el fortalecimiento de las estructuras cognitivas.

Sopena, el carácter inimputable que se le ha otorgado a gran franja los educadores, en el permisivo acto negligente respecto a los comportamientos pedagógicos en boga relacionados con las acciones baladíes de la moda inclusiva, que supedita los enseñantes bajo modo enseñanza que dejan de lado la integridad de los aprendientes, por el acto irrisorio poner en primer plano prácticas deliberadamente arbitrarias perjudicando a los menores a cargo.
En primer lugar, el lenguaje inclusivo, no tienen un fin relacionado con la real de la ruptura.

Lamentablemente, siquiera pueden considerar, que exponen de manera contradictoria sus falencias y su carácter hipócrita, desnudando su debilidad ante los aprendientes que rumiando y mascullando la estupidez del adulto irresponsable inaudito y déspota, sigue siendo víctima de generaciones irremediables.

Es ineludible, a través de los manifiestos que se concatenan con lexemas inclusivos, «el no decir a través del no decir». La ilegibilidad de los discursos y la imposibilidad de reproducir oralmente lo discursivo gráfico, es la prueba más contundente de la falacia más deleznable, que por insignificante es aún más deplorable.

Es tal la necesidad de manifestar una ruptura inexistente del patriarcado, tanta cinismo inaudito, que se ha malogrado el léxico en la maniobra más out desde tiempos remotos. ¿Hace falta montar un circo Disney para demostrar lo que no son, de modo que urden, y «dicen que conforman’ un conglomerado de vocablos inexistentes para solapar su imposibilidad y su negación a la ruptura.

Ruptura que solamente será posible, a través de la acción y jamás a través de la deformación de las prácticas discursivas.

La verdadera ruptura se relaciona con la generaciones procedentes, de las cuales están haciendo caso omiso, vituperando sus derechos con la enseñanza que se corresponda con sus necesidades procesales en el fortalecimiento de las cognitivas, entre otras.

La amabilidad la dejé de lado. La mala praxis debería de ser tan condenatoria en la medicina como la educación.

Nací docente por oficio y moriré docente yendo en contra de cualquier precepto que haya de perjudicar la salud física o psíquica de los menores.

Del lente inclusivo y demás impiedades.

Llegué al punto álgido de tolerancia con los personajes del sistema educativo que, a través y su rol de actantes dinámicos, promueven el lenguaje inclusivo sin considerar obligatoriedad que conlleva su rol de educandos, con respecto a la responsabilidad, no solamente civil para con el educando, sino con la implicancia más sublime en derredor de la evolución procesual de la arquitectura de los puentes cognitivos que se establecen en el circuito neuronal psicolinguistico de los seres humanos, en general y sobre todo el de los aprendientes en etapa de crecimiento madurativo del aspecto cerebral cognitivo.

El lenguaje con sus complejidades etimológicas y se, es una de las principales aristas a través de las cuales el ser humano desarrolla el fortalecimiento de las estructuras cognitivas.

Sopena, el carácter inimputable que se le ha otorgado a gran franja los educadores, en el permisivo acto negligente respecto a los comportamientos pedagógicos en boga relacionados con las acciones baladíes de la moda inclusiva, que supedita los enseñantes bajo modo enseñanza que dejan de lado la integridad de los aprendientes, por el acto irrisorio poner en primer plano prácticas deliberadamente arbitrarias perjudicando a los menores a cargo.
En primer lugar, el lenguaje inclusivo, no tienen un fin relacionado con la real de la ruptura.

Lamentablemente, siquiera pueden considerar, que exponen de manera contradictoria sus falencias y su carácter hipócrita, desnudando su debilidad ante los aprendientes que rumiando y mascullando la estupidez del adulto irresponsable inaudito y déspota, sigue siendo víctima de generaciones irremediables.

Es ineludible, a través de los manifiestos que se concatenan con lexemas inclusivos, «el no decir a través del no decir». La ilegibilidad de los discursos y la imposibilidad de reproducir oralmente lo discursivo gráfico, es la prueba más contundente de la falacia más deleznable, que por insignificante es aún más deplorable.

Es tal la necesidad de manifestar una ruptura inexistente del patriarcado, tanta cinismo malogrado para demostrar lo que no son, que conforman un conglomerado de vocablos inexistentes para solapar su imposibilidad y su negación a la ruptura.

Ruptura que solamente será posible, a través de la acción y jamás a través de la deformación de las prácticas discursivas.

La verdadera ruptura se relaciona con la generaciones procedentes, de las cuales están haciendo caso omiso, vituperando sus derechos con la enseñanza que se corresponda con sus necesidades procesuales en el fortalecimiento de las cognitivas, entre otras.

La amabilidad la dejé de lado. La mala praxis debería de ser tan condenatoria en la medicina como la educación.

Nací docente por oficio y moriré docente yendo en contra de cualquier precepto que haya de perjudicar la salud física o psíquica de los menores.

Ni «X», Ni «E» son semas inclusivos.
Dale acción al genital femenino: «Enclitorizar», es mi propuesta para revolucionar al infinitivo.

Casandra

Wuansuponetaim… El hombre, a conciencia, resignó lo más hermoso, su libertad. Su hábitat natural, poligamia natural: el afán de perpetuar su estirpe a través de la reproducción no aleatoria; para encastrar en articulaciones imperativas y así ser engranaje sodomizado por el imperio. A contramano, en detrimento propio y en absoluto cuantioso beneficio supernumerario fel Rey agorero. (no olvidemos que aún sigue siendo Mío Cid Exemplo’ heroico /siendo berreta algarabía Literatura insobornable. Adolescentes ajenos con el Don de la discreción como gran virtud generacional. Sortilegio que se convierte en barro y jamás serán yoriguas horizontes, ni utopías mediocres de los Licenciados Chaparrones.

Rodrigo Díaz de Vivar hurra! de todos los esclavos modernizados (pero esclavos con el aire acondicionado en 24)
Así, y en oxímoron de oratoria del amigo fiel y Hachi o Richard Gere y demás sinonimias paralelas … Cartera perdida por elección propia, porque billetera mató al humano procesal hoy Lílote mamífero… Ni siquiera llega a ¹animal por parecer jamás siendo ni recordando haber sido..
Por eso domesticó al perro. Ma» no iba a ser el único resignado infeliz. Hombre y mujer que rechazado están un infante humano siempre por sobre todo lo demás .,.(más ejemplo no tuve y aún la existencia sigue mostrando paso a paso y verbo a verbo cómo al niño le cupe su Sayo).
Siempre lo supe pero 100 departamentos me lo corroboran hoy: «pareja y perro sin niños».


Amenizando la función con explicaciones inverosímiles como » el lugar es muy pequeño», «el dueño no quiere», «si fuera un solo hijo sí» …. Es decir, dejó a un mellizo en refugio de perros, (porque pues cargado mi refugio de perros siento poca culpa ya que culpa no tengo y el rostro sin mascarada favorece nueva camada de espíritus con sueños qué no habrán de resignar nada) porque ven, porque sienten… porque a los bichos se remiten y no a los hechos; de la poca importancia que tiene un abuelo un día, un hermano mayor el día que él prefirió abandonar la promesa de la infancia ahogada en lágrimas de manantial y en la soledad espeluznante. «A Simbad el marino que tuvo un sobrino cantante…»


Dichosa generación qué, paradójicamente se benefició con el abandono. No cargan con culpas, no cargan con vínculos, no le deben a nadie lo que a muchos, otrora nos han mentido metiendo comuniones, palos, piedras y humillaciones lo que, hoy no sabemos ni lo que somos… Bah Yo sí, pero bueno, se ve una excepción cómo atrocidad a veces como Eloísa y otras como bruja inquemable, pero por actitud política correcta, no por faltarle ganas a la RECUA de manual y cresta enhiesta.
Huyen del que por gracia de morir todas las noches, jamás le viene justa muerte alguna.

Basta de refugios. Hay que regresar a los animales a su hábitat, (ya que vos no tenés goibos), que hagan casonas y aldeas para los niños… Bah mejor sigan así … Apoyen un perro sin hablar sin poder transmitir un mensaje porque arroba equis e.com.carnaval.

Disputa despiértame en el ombligo porque no veo la finalidad de mis genes jamás recesivos porque lo que Natura non da Salamanca caño y boleo cielito records lo motivó a trepar alto hasta que a las monos se les vio el culito.

Saluda atte: La PITONISA

El lector modelo, Umberto Eco

El papel del lector
Un texto, tal como aparece en su superficie (o manifestación) lingüística, representa una cadena de artificios expresivos que el destinatario debe actualizar, en la medida en que debe ser actualizado, un texto está
incompleto. Por dos razones. La primera no se refiere sólo a los objetos lingüísticos (convengamos llamar los textos)), sino también a cualquier mensaje, incluidas
las oraciones y los términos aislados. Una expresión sigue siendo un mero jlatus voci mientras no se la pone en correlación, por referencia a determinado código, con su contenido establecido por convención: en este sentido, el destinatario se postula siempre como el operador capaz de abrir el diccionario a cada palabra qué considera a decodificar y recurrir a una serie de reglas sintácticas preexistentes con el fin de reconocer las bases que le ofrece un escritor.

Entre la tribuna docta en narrativas y etcéteras, podemos convenir en que todo mensaje postula una competencia
gramatical por parte del destinatario, incluso si se emite en una lengua que sólo el emisor conoce.
Abrir el diccionario significa aceptar también una serie de postulados de significación: x un término sigue estando esencialmente incompleto aun después de haber recibido una definición formulada a partir de un diccionario mínimo. A saber cómo modo de ejemplo, el diccionario como tal en manifestación de la función metalingüística nos ofrecen significado de determinado lexema como tal sin entrañar las alternativas semánticas correspondiente satán lexema.


Abrir el diccionario de lector se vincula, por un lado, con el carácter infinito de la interpretación y, por otro, con la temática del entrañe y de la relación entre propiedades necesarias, esenciales y accidentales. Sin embargo, un texto se distingue de otros tipos de expresionyespor su mayor complejidad. El motivo principal de esa complejidad es precisamente el hecho de que está plagado de elementos no dichos.
«No dicho«significa no explícito, no manifiesto en la superficie del plano de la expresión: esos elementos no dichos son los que deben actualizarse en la etapa de la actualización de contenido.
Esto es posible mediante determinados movimientos cooperativos, activos y concientes por parte del lector

En segundo lugar, se requiere del lector un trabajo de inferencia para extraer, del uso del adversativo. De modo que el texto está plagado de espacios en blanco, intersticios que hay que completar. Quién lo emitió me veía que se los completaría y los dejo en blanco por dos razones:

1- Ante todo, porque un texto es un mecanismo perezoso (o económico) que vive de la plusvalía de sentido que el destinatario introduce en él y sólo en casos de extrema pedantería, de extrema preocupación didáctica o de extrema represión. De modo infortunado, el texto se complica con redundancias y especificaciones ulteriores (hasta el extremo de violar las reglas normales de conversación).
2- En segundo lugar, porque, a medida que pasa de la función didáctica a la estética, un texto quiere dejar al lector la iniciativa interpretativa, aunque normalmente desea
ser interpretado con un margen suficiente de univocidad. Es decir un texto quiere la cooperación de alguien que lo ayude a funcionar. Voy a omitir a las limitaciones entre la medida cooperativa en relaciona la cualidad perezosa. Confirmando: un texto postula a su destinatario como condición indispensable no sólo de su propia capacidad comunicativa concreta, sino también de la propia potencialidad significativa. En otras palabras un texto se emite para que alguien lo actualice; incluso cuando no se espera (o no se desea) que ese alguien exista concreta y empíricamente.

Arte, Chivo expiatorio.

Exposición de Egon Schiele en el Guggenheim

Sobre las niñas Chivo expiatorio
La espectacular exposición del expresionista austriaco, Egon Schiele, seguirá en el museo Guggenheim Allí, encontramos un centenar de dibujos, acuarelas y fotografías procedentes del Albertina Museum, Viena.


En su obra, interrumpida por su temprana muerte a los 28 años de edad, podemos apreciar la evolución del artista en sus diferentes etapas. Su producción comenzó durante su formación en Viena, donde la influencia de artistas, como Gustav Klimt, es obvia. Poco a poco su ruptura con las corrientes naturalistas van dejando paso a la fuerza del color que expresa por sí mismo y a nuevos y desconcertantes motivos como el desnudo erótico explícito o los retratos a niños.

Pese a su corta vida y a los poco más de diez años de actividad artística autónoma (1908-1918), Egon Schiele dejó tras de sí una obra sorprendentemente rica que comprende, sin contar sus cuadernos de bocetos, más de 2.500 obras sobre papel y más de 330 pinturas sobre madera o lienzo. Al contrario, por ejemplo, que Gustav Klimt (1862-1918), que únicamente hacía dibujos a modo de bocetos o borradores para sus pinturas Schiele da a sus trabajos en papel la categoría de obras de arte. De hecho, sus dibujos constan de una mayor libertad y expresividad que su obra pictórica.



Egon Schiele desarrolló una forma muy personal y característica en la utilización decorativa de las superficies planas o las fluidas líneas ornamentales del estilo de la Secesión vienesa. El expresionista lenguaje corporal, los gestos y la mímica responden a la influencia de la fotografía documental de medicina que documenta la histeria en mujeres, pacientes del doctor Jean-Martin Charcot de La Salpêtrière en París o la inspiración por parte de la fotografía erótica del estudio de Otto Schmidt. En su obra, el artista austriaco devuelve al desnudo femenino y a otras temáticas como el cuerpo enfermo o la desintegración patológica de la personalidad, un nuevo y diferente protagonismo en el arte. Otras influencias presentes en la obra de Schiele son la Teosofía y el espiritismo, junto a las fotografías de fantasmas como evidencia de la propia mortalidad. Ejemplo de ello son las aureolas blancas que rodean muchas de sus figuras como “luz que emana de los cuerpos”.



Schiele consiguió, tras su muerte, un gran reconocimiento internacional convirtiéndose en uno de los artistas más significativos del siglo XX.

Lenguaje Elitista

El problema del lenguaje elitista surge con frecuencia cuando personas de un trasfondo de clase media y educación universitaria intentan comunicarse con el ‘público general’. Si aquellos que intentan la comunicación están embarcados en un emprendimiento comercial, pueden simplemente bajar la dificultad de su lenguaje al denominador común compartido por la audiencia promedio a la que apuntan, quizás apropiarse de algo de la jerga y símbolos culturales de dicha audiencia, y se aseguran de tener buenas ventas. Sin embargo, si el motivo es más altruista, por ejemplo aquel de los activistas de clase media que intentan comunicarse con activistas de otros trasfondos, o compartir información, recursos, y opiniones con algún Público General, el problema se vuelve más complejo. Por buena razón y con bastante historia, el lenguaje de la academia, con el que muchos activistas de clase media se sienten cómodos, puede marginar o confundir a las personas que no recibieron una educación universitaria avanzada. Pero los problemas de nuestro mundo, desde el patriarcado al imperialismo, son patologías sistémicas que requieren, para comprenderlas, serio esfuerzo y atención. Y, en directa oposición a nuestra comprensión de estos problemas, hay un aparato cultural de un poder sin precedentes que manipula nuestros valores, nuestra ideología, nuestra historia, incluso nuestro lenguaje, para proteger el status quo. ¿Cómo podemos explicar ideas complejas e inextricables en un lenguaje simple —el cual ya es fuertemente controlado por la industria cultural—entregadas en segmentos breves y fácilmente digeribles, sensibles a los decrecientes intervalos de atención del Público General?


Necesitamos reconocer que el lenguaje en nuestra sociedad se utiliza como herramienta de control, y la tendencia hacia vocabularios más reducidos, sintaxis más simples, e intervalos de atención más cortos, es una de las formas más efectivas de despojo de poder ideados jamás. Resistir el embrutecimiento del lenguaje y desarrollar nuestra habilidad de pensar críticamente es una finalidad a largo plazo tan importante como obtener la autonomía y auto-suficiencia económica de la comunidad. El lenguaje requiere ser un sitio para la revolución; es un arma necesaria para todas las luchas sociales. Nuestro deber como activistas es utilizar nuestra educación para hacer accesible el lenguaje complejo, en vez de descartar todo lo no inmediatamente accesible con facilidad por la mayoría, por inherentemente inaccesible.


Hay una validez sustancial en las críticas al lenguaje inaccesible. Éstas se han señalado en todas partes, y generalmente involucran un reconocimiento de que la educación completa es un privilegio retenido por unos pocos (predominantemente la clase media blanca), y que al hablar en el sofisticado lenguaje que acompaña a nuestra educación inhibimos la
comprensión y simpatía de aquellos sin tal educación, e intencionalmente o sin intención mantenemos la influencia dentro de organizaciones y movimientos radicales en las manos de la élite educada. Vuelta doctrina, esta crítica es con frecuencia (mal) entendida a nivel básico como que las palabras largas y las frases complejas son indicadoras de privilegio, y el privilegio es malo. Falta en dicha versión popularizada de esta crítica la comprensión de que mientras la existencia de privilegio no está bien, existe un buen tipo de privilegio: aquel que debiese ser disfrutado por todos. La educación es uno de éstos.

Si la finalidad subyacente a estas críticas fuese desafiar al elitismo en el lenguaje, entonces veríamos una combinación consciente de lenguaje de mayor y menor sofisticación en la literatura radical, de modo que toda persona alfabetizada tuviese material tanto dentro como más allá de su nivel de comprensión, para darles así la bienvenida y también para desafiarles. Veríamos a activistas privilegiados usando conscientemente su lenguaje en un modo que invite a la comprensión. En realidad, o bien vemos radicales educación al comunicarse con personas menos privilegiadas. Al evitar el lenguaje y análisis académico fuera de sus propios círculos, los activistas privilegiados mantienen una relación de dependencia, en la que actúan como guardianes del conocimiento, eternamente necesarios para traducir la ley, los estudios científicos, el análisis político, etcétera, al “lenguaje simple”.

La otra suposición inherente en tal crítica es la idea de que ciertos tipos de lenguaje son inherentemente elitistas. Los vocabularios más extensos y las sintaxis más complejas son en realidad herramientas muy útiles, aunque
las personas requieren de más educación para poder utilizarlas. No es el lenguaje, sino el sistema de educación capitalista y racista de este país lo que es elitista. La tarea de los activistas educados es hacer accesible esa educación, y transmitir ese lenguaje como herramienta popular. No queremos palabrerías Orwellianas hechas para las masas, queremos lenguajes liberados y desmitificados. Desafortunadamente, los activistas educados siguen idealizando el “lenguaje simple”, y además siguen quejándose cuando Las Masas son engañadas una vez más a por el apoyo a la última guerra o a cambios a políticas draconianas por medio de las más claras e incluso clichés tautologías y sofismas comunicados por los políticos y defendidos por los medios de comunicación. Retirar las variadas formas de lenguaje de la jerarquía de privilegios actual, y ponerlas en el paisaje adecuado de las culturas diversas y diferentes es un acto crucial (que antes requiere de permitir que las distintas culturas en nuestra sociedad disfruten de la igualdad). Pero reconocer la validez de los lenguajes no académicos, el lenguaje de los negros urbanos de la costa este o de los apalaches blancos, no significa ponerlos en un museo.


El fortalecimiento revolucionario hará que estos lenguajes cambien, que desarrollen mucha de la complejidad hasta ahora monopolizada por la academia blanca, pues esa complejidad misma es fortalecimiento.